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Arquitectos: C3 Arquitectos; Jaime Castiello Chávez, Jaime Castiello Gómez Verea, Fernando Castiello Gómez Verea
- Área: 1242 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Mito Covarrubias
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se desarrolla sobre un terreno de 1,242 metros cuadrados ubicado sobre la calle de Mar Mármara, y que antiguamente fuera obra del Arq. Federico González Gortazar.
El programa del proyecto exigía resolver 11 unidades privativas dentro del predio. Vistas, privacidad, sombras, alturas, circulaciones… son solo algunos componentes de la problemática que un programa como éste plantea.
El proyecto plantea 11 departamentos, todos de diferentes dimensiones y distribuciones entre sí que interactúan dejando entre ver volúmenes y materiales alrededor de un patio central ubicado en la planta de ingreso.
Este patio central funciona como elemento liga, en donde por un lado, el sótano se baña de luz a través de su jardín a cielo abierto, y por otro lado, los departamentos parten de él, y se desenvuelven orientados a las diferentes bondades que el terreno ofrece.
En los niveles superiores del conjunto sobresalen unos puentes que a través de dobles alturas y cielos abiertos invitan a recorrer el proyecto en el sentido oriente-poniente, mientras se va descubriendo la interacción de aparentes de concreto enduelado con volúmenes que entran y salen y van rompiendo los paños, vistas de cielos que se filtran a través de las ventanas de malla de herrería con el arbolado y la vegetación propuesta, y desde luego, con el patio central y su follaje verde que emerge desde el sótano.
Desde la calle, la fachada principal escalona sus paños abriendo generosas terrazas al interior de los departamentos y planteando profundo respeto hacia el peatón que camina las banquetas.
Las fachadas del proyecto muestran materiales regionales que en su composición y tratamiento reflejan lo que en esencia compone el proyecto: una propuesta fuerte, un edificio con personalidad que se identifica profundamente con el pasado local y que propone de una manera respetuosa y dignificante la necesidad de aires de renovación que exige la ciudad.